Es una ciudad, por muy increíble que esto suene, literalmente, excavada y esculpida en la piedra. Fue descubierta para el mundo occidental por un explorador en el año 1812, quien quedó fascinado al verla. Numerosos edificios cuyas fachadas están directamente esculpidas en la roca, forman un conjunto monumental único. Sus dos construcciones más conocidas son "El Tesoro" y "El Monasterio".
El Tesoro de Petra es la primera construcción de cierta entidad que encuentra el viajero cuando emerge del Siq, el desfiladero de 1,5 km que hay que recorrer para llegar a la ciudad escondida de Petra, en Jordania.
La próxima imagen es de "El Monasterio", construido por los nabateos en el siglo I. Los nabateos constituyen un antiguo pueblo cuya actividad se desarrolló especialmente al sur y al este de Palestina, siendo su capital Petra.
Pero no solo son dos los edificios peculiares por estar excavados y esculpidos bajo el valle. El hogar de los habitantes de la ciudad también era de piedra.
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